Por Laura Álvarez, MPsc. Psicóloga Clínica
*Aparten tiempo al menos una vez por semana, para compartir, conversar. *Mantengan una actitud positiva. Hablen, hagan bromas. *Las peleas y los desacuerdos pueden ser inevitables, pero el enojo y el resentimiento es evitable. No deje que pase un solo día sin haber recurrido a la reconciliación y al perdón. *Comparta sus necesidades. La falta de comunicación nos lleva a expectativas no realizadas. *Guarde los desacuerdos y contradicciones hasta llegar a casa. No lo haga en público. *La pareja debe apoyarse cuando uno de los dos establece límites a los hijos. No permitan que los hijos vean el desacuerdo entre los padres en cuanto a su educación y disciplina. Para esto, hablen con antelación y lleguen a consensos. *Halague a su cónyuge con regularidad. *Reconozca que su pareja es un complemento, pero que también tiene defectos y limitantes como cualquier ser humano. *Las expresiones de cariño y amor son necesarias para la pareja y los hijos. *El matrimonio es de dos, la casa y los hijos también, por lo que debería ser responsabilidad de los dos mantenerlos y cuidarlos, como un equipo de trabajo. *Realicen proyectos en común. *Respete la individualidad del cónyuge y de sus hijos. |
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