miércoles, 14 de marzo de 2012

Pensamiento eucarístico

El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna.
Quien se alimenta de Cristo en la Eucaristía no tiene que esperar el más allá para recibir la vida eterna: la posee ya en la tierra como primicia de la plenitud futura, que abarcará al hombre en su totalidad.
Beato Juan Pablo II; Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia

lunes, 12 de marzo de 2012

3º Domingo de Cuaresma: Defiende a la Iglesia

 
 
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Padre Santiago Martín 
11 de marzo de 2012

            “Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: El celo de tu casa me devora”. (Jn 2, 13-17)


            La escena de Jesús expulsando a los mercaderes del templo ha sido interpretada de muchas maneras. Una de ellas es la de considerar que se trata de una legitimación de la violencia cuando ésta se usa para causas justas. En realidad, Jesús se muestra irritado por la corrupción de la Religión, porque ésta es el corazón de todo lo demás y si la religión se pudre ya no hay esperanza de regeneración posible. Lo que está detrás es, pues, el “celo” de Cristo por la causa de Dios, que es también la causa de los hombres.
¿Tenemos nosotros ese mismo celo? ¿Nos preocupamos por los problemas de la Iglesia como si fueran los nuestros? ¿Estamos decididos a meternos en líos para ayudar a la Iglesia en la evangelización y en la lucha contra sus enemigos o, por el contrario, nos conformamos con criticar las cosas que no van bien? ¿Qué actitud tomamos cuando critican a la Iglesia? ¿No nos preocupa su situación económica? ¿Nos quedamos indiferentes cuando vemos que algunos se pasan a las sectas?
Cristo, presente en la Iglesia, su Cuerpo Místico, nos necesita para que ésta sea cada vez más santa, más auténtica. De nosotros depende, porque en buena medida son nuestros pecados los que afean su rostro. Pero de nosotros depende también salir en defensa de nuestra Madre, la Iglesia, no callar cuando se la insulta. Y hacerlo, ciertamente, sin ejercer la violencia, pero sin cobardía y sin ese tipo de prudencia a que estamos acostumbrados y que en realidad es un pecado de omisión.

Propósito: Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. Defenderla de las críticas injustas. Colaborar en la solución de los problemas que tiene, incluido el económico. Rezar por la Iglesia.

La Eucaristía constituye una especie de antídoto.


En una cultura cada vez más individualista, como lo es aquella en la que estamos inmersos en las sociedades occidentales, y que tiende a difundirse en todo el mundo, la Eucaristía constituye una especie de"antídoto", que actúa en las mentes y en los corazones de los creyentes y que siembra continuamente en ellos la lógica de la comunión, del servicio, del compartir, en resumen, la lógica del Evangelio.
SS Benedicto XVI; Corpus Domini, Junio 26, 2011

domingo, 11 de marzo de 2012

Versiculo del dia (3/11/12)


No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. (Exodo 20: 1-17)


Oración: Señor, yo sigo los mandamientos de la ley natural, pero no será ese el mínimo esfuerzo?
No mato, pero...defiendo la vida?? 
No robo cosas, pero de pronto con mis palabras, quizás robe la dignidad y honra de otra persona?
No cometo adulterio, pero será que tengo malos pensamientos? Que más debo hacer para darte gloria a Tí?