sábado, 17 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/17/12)


 Jesús comentó:“Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?” Lucas (18, 1-8)

Oración: Señor, hoy me pregunto, encontrarás fe sobre la tierra cuando vengas? Seremos personas con una fe sólida, resistente a cualquier vaivén de los tiempos? O estaremos sentados tranquílamente a que vengas hacer lo que nos tocaba a nosotros? No quiero vivir en un mundo sin Dios, en un mundo que cree no necesitarte. No quiero vivir donde todo el mundo se cree todopoderoso.Tengo la certeza que algún día escucharás la oración de tus FIELES, y se hará justicia. Estoy seguro que Te tendremos a Nuestro lado pase lo que pase.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/16/12)




Hermanos: Quien se aparta de la verdad y no permanece fiel a la doctrina de Cristo, no vive unido a Dios; el que permanece fiel a la doctrina de Cristo, ése sí vive unido al Padre y al Hijo. Segunda Carta
del apóstol San Juan (4-9)

Oración: Señor, hay demasiados católicos de cafetería que lo único que hacen es daño a la Iglesia que dicen pertenecer. Estoy frustrado Jesús, pues algunos tomamos la fe a la ligera, aceptando lo que nos conviene y rechazando lo que no. A fin de cuenta hacemos un daño irreparable a nuestros hijos y a nosotros mismos, con nuestras malas enseñanzas. Actúo yo como parte del problema o la parte de la solución? Te pido por todos los que hemos sido bautizados como católicos.

Sufrimientos anticipados


Aprovechemos de la mejor manera posible lo que ahora está en nuestras manos, y dejaremos el futuro en las manos de Dios.
Autor: P. Fernando Pascual LC |



El pronóstico no dejaba lugar a dudas: hoy, mañana y pasado soplaría un viento que daría un toque agradable, casi primaveral, al verano. Después de tres días agradables, llegaría un calor asfixiante que dominaría el panorama por cinco días.

Sí: otra vez vendrá el calor. Una extraña pena envuelve el alma. ¿Seremos capaces de soportarlo? ¿Cómo sobreviviremos cuando lleguen noches en las que reinan un aire cálido y una humedad insoportable?

Mientras, un viento agradable alivia el momento presente. La mirada a lo que va a ocurrir, al calor que llegará en unos días, aparta la atención a ese hoy fresco que Dios nos concede.

Así somos los humanos: el miedo a un dolor que, según parece, llegará, nos impide aprovechar un presente lleno de bellezas maravillosas.

También ocurre, es importante completar el cuadro, que cuando el calor nos asfixia a lo largo del día, pensar que en unos días llegará el fresco produce un alivio importante para el alma.

Si reflexionamos un momento sobre este tipo de expectativas, podremos reconocer, como ya hicieron los antiguos filósofos griegos, que no tiene sentido vivir amargado ante sufrimientos anticipados cuando el presente nos da ribetes de alegría sana y un descanso para el alma. Como tampoco la esperanza de una tregua futura detiene la fuerza aplastante de un calor que nos rodea por todos lados.

Una visión equilibrada de la vida nos permite acometer con serenidad de alma lo que pueda ocurrir en un futuro incierto, y a afrontar el presente con un realismo sano. Desde esa visión, podremos evitar sufrimientos anticipados por hechos futuros que quizá nunca lleguen a nuestra vida, y seremos capaces de vivir el instante presente de un modo más sereno.

De esta manera, aprovecharemos de la mejor manera posible eso que ahora está en nuestras manos, y dejaremos el futuro en las manos de un Dios que sabe lo que es mejor para cada uno de sus hijos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/15/12)




Jesús les respondió: Pero antes ( Hijo del hombretiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”. Lucas (17, 20-25)

Oración: Señor, hoy sigues siendo blanco de la ignorancia y la rebeldía de la gente que dice ser creyente! Cuánto te hemos irrespetado, cuanto te hemos desobedecido! Los que nos decimos ser católicos no nos damos cuenta que solo Contigo se puede vivir una vida plena, con paz. Hoy, una vez más, te pido, perdónanos pues muchos no sabemos lo que hacemos!

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/14/12)


 Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”.  Lucas (17, 11-19)

Oración: Señor, a menudo me siento frustrado pues oro por conversiones y no las veo! Pero me doy cuenta que las cosas vienen en Tu tiempo y no el mío. Hoy, una vez más, te pido por ellos. Tu los conoces de nombre. Tu los amas igual que me amas a mí. Hoy te pido que les des el regalo que me diste a mí, de conocerte, de amarte, de reconocer que por Tí respiramos. Hoy te pido por este mundo que te ignora, que te insulta y hasta te desconoce. Te pido por tantas almas y corazones que sin saberlo, te necesitan con tanta urgencia y si supieran de la alegría de tenerte, vendrían corriendo a Tí. 

MILAGRO EUCARISTICO DE TURIN




(No confundir con Santo Sudario)

Italia (1452)

Milagro Eucarístico TurínTurín es una ciudad industrial e intelectual. Fue la ciudad amada de San Juan Bosco, quien  desarrollo aquí su inmenso apostolado y construyó la Iglesia de María Auxiliadora, y fundó el colegio para los niños. Ciudad donde numerosos milagros ocurrían por la intercesión de María, Auxilio de los Cristianos y de San Juan Bosco.
Turín es también muy conocida por que en ella se guarda el famoso Manto o Sudario de Nuestro Señor (diferente al milagro que trata este artículo). Este se encuentra en la Catedral de San Juan el Bautista, donde estuvo anteriormente, el Milagro Eucarístico.   Fue en esta Iglesia donde el Obispo con gran multitud de personas, llevó por primera vez en procesión, el Milagro Eucarístico.
Situación histórica del milagro Eucarístico:
En el año 1453, Mohammed II capturó Constantinopla, matando atrozmente cientos de miles de Cristianos. Su plan era continuar su ataque de terror por toda Europa. Lo lógico era que los Europeos se hubieran unido para parar ese ataque. Pero el poder del mal distrajo a los países Europeos, creando conflictos entre ellos. Italia fue un ejemplo de esto, lo cual reclamó la atención inmediata de Jesús.
La hoy ciudades de Milán, Turín, Venecia y Florencia eran pequeños imperios y estaban constantemente en guerra unos con otros. Los diferentes duques que contemplaban a Milán, empezaron una guerra que duró cuatro años. Durante este conflicto, Mohammed II que había reunido fuerzas, atacó y conquistó Constantinopla y siguió hacia el noroeste. Los pobres Italianos estaban tan envueltos en la guerra de Milán, que no le prestaron atención a esta situación con Mohammed.
Francesco Sforza, quien era una fuerza muy poderosa en Italia, fue proclamado Duque de Milán, y esto fue lo que comenzó la batalla. Su único aliado en Italia era Florencia, y esto no era suficiente. Desesperado, reclutó ayuda de otros poderes extranjeros. El Duque de Anjou y Lorraine tenía su mirada en el reino de Nápoles y Sicilia. El consintió en ayudar a Francesco en Milán a cambio de Nápoles y Sicilia, después que terminara la batalla.
El ejército de Anjou y Lorraine marchó hacia Milán en defensa de Sforza. Tenía que pasar por Piedmonte, el cual estaba gobernado por uno de los enemigos de Milán. La actitud de su director, Ludwig, fue que si ellos eran amigos de sus enemigos, ellos también eran sus enemigos. Por tanto cuando el ejército se acercó a Piedmonte, tuvieron que entrar en batalla con las tropa de Piedmonte. En una batalla sangrienta, las tropas de Anjou se retiraron. Esto sucedió en las afueras de Exiles, donde ocurrió nuestro milagro.
Historia del Milagro :
Cuando las tropas de Piedmonte cruzaron la ciudad de Exiles, y las tropas de Anjou se acercaron, todos los aldeanos y todos los que vivían en esa área, dejaron sus casas.
Los soldados de Piedmonte empezaron a saquear las casas e Iglesias de la ciudad. Un soldado entró en la Iglesia local en Exiles, forzó y abrió la puerta del tabernáculo para robarse la custodia. La tomó sabiendo lo que era. No le importó tampoco tomar la Hostia Consagrada que estaba ahí reservada. Esta custodia era usada para dar bendiciones. El soldado tiró la custodia en su saco, y lo puso sobre su burro.
Probablemente por la presencia del Señor el animal se sentía molesto de llevar el saco sobre la espalda y se caía continuamente. De cualquier manera, el soldado quería deshacerse de las cosas que había robado, y por esta razón vendió el saco y su contenido al primer mercader que cruzó su camino, por un precio muy barato. El mercader vendió el saco a otro mercader, quien se lo vendió a otro. Cuando el ultimo mercader compró el saco, éste iba en camino a Turín.
El mercader entró en la ciudad con el burro cargando el saco. En frente de la Iglesia de San Silvestre, como se llamaba en la época del milagro, en la plaza el burro tropezó y se cayó. Su dueño trató de levantarlo, pero el animal se negó a moverse. El dueño empezó a pegarle y se juntó una muchedumbre. A nadie le gustaba ver como maltrataba al burro. Entre más grande se hacía la muchedumbre, más frustrado se sentía el mercader y golpeaba al burro sin misericordia. El burro se movía de un lado a otro tratando de escapar los latigazos de su amo. El saco se resbaló de la espalda del burro y cayó en el suelo, y todo el contenido se esparció por la calle.
Todos los ojos se fijaron en la custodia, especialmente en la Hostia que estaba dentro de ella. Resplandecía, haciéndose tan brillante que tenían que apartar los ojos del resplandor. La Custodia se elevó en el aire, hasta una altura de 10 - 12 pies, y ahí se detuvo permaneciendo suspendida en el aire. La muchedumbre manifestaba con suspiros su impresión ante la Señal Milagrosa. Desde la Iglesia de San Silvestre, el Padre Coccomo se dio cuenta de que algo pasaba al ver la muchedumbre, y fue a ver que era lo que les atraía. Cuando vio la custodia flotando en el aire, se dio cuenta de que esta era una señal del Señor. Entonces, el sacerdote corrió para informarle al Obispo lo sucedido.El Obispo inmediatamente formó una procesión de sacerdotes que fue desde la Catedral hasta la Plaza. Esta noticia se esparció rápidamente, y oficiales de la ciudad marcharon, a ver el milagro, en fila detrás de los sacerdotes. Cuando el obispo llegó al lugar, la custodia se abrió, y cayó al suelo, dejando a la Sagrada Hostia suspendida. Estaba rodeada por una aura deslumbradora.
El Obispo, acompañado de los sacerdotes, empezó a cantar un himno en Latín. Las personas de la ciudad cantaron " Resta con noi, ", Quédate con nosotros. "
La Hostia comenzó a descender. El obispo sujetó un cáliz y la Hostia Milagrosa empezó a bajar, y lentamente se deslizó en el cáliz. Las personas de la ciudad se maravillaron de este hecho, y siguieron al Obispo en procesión hasta la Catedral. Inmediatamente se le avisó al Vaticano.Este milagro sucedió el 6 de junio, de 1453. Ocho días antes de esto, Mohammed II conquistó
Constantinopla, y ubicó su trono en la Catedral de Santa Sofía. Durante el mismo período, otro Milagro Eucarístico ocurrió en Langenwiese, un pueblo pequeño entre Polonia y Checoslovaquia. Poco después la guerra de Milán terminó.
Veneración y peregrinaciones
Inmediatamente comenzó la veneración del Milagro Eucarístico de Turín. Peregrinos de toda Italia y Europa se reunían en el Santuario. A la iglesia se San Silvestre se le llama la Basílica de Corpus Domini ( Iglesia del Cuerpo y Sangre del Señor ),
 En 1455, la jerarquía de la Iglesia de Turín, acordaron hacer un tabernáculo para honrar y conservar el Milagro Eucarístico. La Hostia se guardo en el nuevo tabernáculo hasta que un nuevo relicario de mármol se erigió en el lugar donde cayo el burro en 1453.
 La ciudad de Turín fue conmovida por este Milagro Eucarístico. Pusieron una señal a donde ocurrió el milagro, y donde cayo el burro. Este lugar se convirtió en un lugar de peregrinación, tan visitado que los peregrinos no cabian en esa pequeña area. En el año 1521 un nuevo edificio fue construido para los devotos y peregrinos. El Oratorio fue construido en el lugar donde el burro cayo.
 En 1525, se instituyó la Compañía del Cuerpo de Cristo para ser protectores del Milagro Eucarístico. Su símbolo era la Custodia y la Hostia suspendida sobre ella. Esta compañía estaba encargada de cuidar el Oratorio y el lugar donde cayo el burro.
 En el año 1584, llegó de la Santa Sede la orden que el Milagro Eucarístico debía de ser consumido. La razón dada por el Vaticano fue para no obligar a Dios a mantener este Milagro Eucarístico sin corromperse por siempre.
 La Hostia Sagrada, fue consumida por orden Papal en 1584, después de estar perfectamente conservada por 131 años. La Adoración y Devoción del Milagro Eucarístico continuó.
 En 1598, una plaga amenazó a muchas personas, esto fue durante otra sangrienta guerra entre los de Piedmonte y los Franceses. El Señor le estaba dando un mensaje a las personas, que fue recibido por el Concilio de Turín.
Ellos le hicieron una promesa al Señor, que sí El libraba a las personas de esa enfermedad mortal, se le construiría una iglesia completamente nueva en honor del Santísimo Sacramento de Turín. El Señor escucho las oraciones y la plaga termino.
 En 1607, se hicieron los cimientos de la nueva iglesia, la cual se terminó en 1671. A la derecha del altar principal, hay un área cerrada por unas barandillas que es el lugar donde cayó el burro. Hay una placa con una inscripción en Latín. San Juan Bosco la tradujo así :
 Aquí, el 6 de junio, de 1453, cayó el burro que  estaba cargando el Cuerpo del Señor.
Aquí la Sagrada Hostia, libre de sus ataduras, se elevó en el aire.
Aquí descendió suavemente a las manos suplicantes de los Turinenses.
Aquí, por lo tanto, recuerden el milagro, arrodíllense en el suelo, veneren y miren con temor un lugar sagrado. 
En la pequeña Iglesia de Exille, donde ocurrió el robo ese día en 1453, el tabernáculo roto nunca fue arreglado. Ellos lo conservaron en su forma original en honor al acontecimiento milagroso.
 Solemnes procesiones y celebraciones han tenido lugar en los diferentes Centenarios de la Fiesta. En 1853, San Juan Bosco escribió acerca de la fiesta y de las grandes preparaciones que se hacían. En estas fiestas asistieron la Reina Adelaida, esposa de Vittorio Emmanuele II, y de la Reina María Teresa, viuda de Carlos Alberto, quienes recibían Comunión en la Basílica. En 1953, la fecha de la celebración del Quinto Centenario, fue cambiada para septiembre, desde el 6 hasta el 13, para que coincidiera con el Congreso Eucarístico que se celebró ese año.
 Se escribieron himnos especiales en honor del Milagro Eucarístico de Turín. Se cantan los días de las fiestas, y especialmente durante la celebración del Centenario.
 Papas que han reconocido el Milagro de Turín : Pío II, Gregorio XVI, Clemente XIII, Benedicto XIV, San Pío X, Pío XI y JPII..

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martes, 13 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/13/12)



Querido hermano: Cuando enseñes, hazlo con autenticidad y dignidad, con un lenguaje sano e irreprochable, para que los adversarios tengan que retirarse, al no poder decir nada malo de nosotros. San Pablo a Tito (2, 1-8. 11-14)

Oración: Señor, he aprendido que cuando sermoneo, la gente no me escucha. He descubierto que no hay mejor manera de enseñar que con el ejemplo puro y franco, con una conversación sincera y respetuosa. Cuando una persona que no está de acuerdo conmigo o con las doctrinas que sigo, me irrespeta o me refuta, prefiero alejarme de ella temporalmente, pues de nada sirve que yo sea agresivo hacia el. Hoy te pido que me ayudes a seguir siendo auténtico, digno, y respetuoso siempre.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Versiculo del Dia (11/12/12)


 Jesús dijo: “No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca!"  Lucas (17, 1-6)

Oración: Señor, me duele mucho ver cuantas personas causan que sus hijos, amigos y otros familiares cometan pecado sin que ellos mismos se den por advertidos. Hoy me quiero evaluar para poder darme cuenta de cuanto daño hace uno y cuantas consecuencias hay por mis acciones descuidadas. Quiero pedirte que me abras los ojos y así yo pueda ver cuando he sido causante del pecado de otro. Hoy me arrepiento de cualquier pecado que yo haya causado y te pido me ayudes a de alguna manera a reparar mis malos actos y palabras.

Padres Ancianos

Autor: Salvador I. Reding V. | Fuente: Catholic.net

¿Mis papás? ¡No tengo tiempo!
 
Padres Ancianos
Padres Ancianos
Para los jóvenes padres de familia, cuidar a sus bebés, ayudarlos en su absoluta dependencia para subsistir, a aprender a caminar, y a valerse cada vez más por sí mismos, es vivido como un camino mágico, esperado y muy satisfactorio, cuya recompensa es ver desarrollarse al hijo y convertirse en una personita. Cuidarlos cuando enferman, es una preocupación que se puede llevar al extremo, para que sus males sean bien atendidos, medicinados y seguidas las instrucciones del médico. Nadie cuestiona esta responsabilidad y satisfacción.

Es muy fácil dar amor y apapacho a un bebé o a una niñita encantadora, o un abrazo a un niño. La satisfacción paterna es fácil de conseguir y lleva al orgullo de ser protector y cuidador de los hijos que crecen. Estas satisfacciones se convierten en orgullo que puede llegar a la soberbia, la presunción consigo mismo del deber cumplido.

Pero hay otro extremo de la vida, la decadencia con los años, que convierte a personas vigorosas de la edad madura en ancianos, cada vez más necesitados de ayuda de todo tipo: material, física y psicológica -por no especificar espiritual. Quienes no mueren en el camino de la vida, se hacen viejos, con una creciente dependencia de gente más joven, que en toda cultura humana, es vista como responsabilidad fundamental de los hijos, y en segundo lugar de otros parientes, como los hermanos menores.
La responsabilidad para con los viejos es tan importante como para con los infantes; éstos crecen y aquellos decrecen, los niños son cada día menos dependientes y los viejos cada vez más, los niños ganan fuerza, los viejos la pierden. Aquí empiezan los problemas para quienes, como adultos en plenitud de vida, enfrentan necesidades de sus padres que envejecen: ¡que lata con el viejo!

Tal como la memoria histórica de los pueblos los hace olvidar y repetir los errores pasados, de acción y de omisión, las personas tienden a olvidar lo recibido de sus padres, desde el cuidado y alimentación recién nacidos, hasta sacrificios personales de tiempo y dinero para su educación. Y no es falta de memoria histórica familiar, es un mecanismo egoísta para olvidar la dedicación paterna y materna recibida.

Muy fácilmente, los padres de familia jóvenes y en edad madura, egoístamente pueden despreciar cada vez más lo recibido de sus padres, dándolo como una obligación que cumplir sin mayor mérito, pero al mismo tiempo llegan a sobreestimar sus propias acciones para con sus hijos. El egoísmo y la sobre-autoestima se imponen, desestimando a sus padres.

Atender a los padres que envejecen o ya ancianos, es vista por adultos egoístas como carga incomodísima, que demanda algo que quieren tener para su exclusivo provecho: tiempo. Una vez que un adulto empieza a sentir la necesidad paterna de dedicarles tiempo, la alternativa se hace presente: si dejo mis cosas para ver a mis papás, me pesa, y si no les doy tiempo, me remuerde la conciencia. La solución más fácil: desoír la conciencia.

El envejecimiento humano es sinónimo, desgraciadamente, de pérdida de facultades, y al mismo tiempo puede serlo de testarudez, necedad, mal carácter y cerrazón a ideas y costumbres que a través de su vida llegaron a considerar como propias: yo tengo razón y las nuevas generaciones están equivocadas. Los viejos chochean, entorpecen sus movimientos, pierden la memoria reciente y enferman cada vez más fácil y más perennemente. ¡Que lata son los viejos!
Sí, los padres que envejecen o ya ancianos son una carga, pero es el proceso vital de todo ser viviente. Esta carga es, para una recta conciencia libre de egoísmo, una responsabilidad ineludible, a cumplir con el mismo amor con que se atiende a los hijos al prepararlos para la vida. Pero la dificultad de atender a los viejos es más gratificante que atender a los hijos, y el premio divino inmenso.

No podemos hacernos sordos ni ciegos ante la demanda de atención de los padres viejos, cuya mayor dolencia es la soledad. En todas las culturas humanas y todas las religiones, esta responsabilidad es muy grave; es primero corresponder a la atención y amor recibidos mientras se crecía, con todas las fallas y errores que ello pudiera haber tenido. Salvo casos muy particulares de irresponsabilidad paterna, el saldo de amor y cuidados que recibimos, es muy favorable a los padres. Olvidarlo es tan, tan cómodo... que pensar en ello mortifica el uso de mi tiempo: sacrificar mi ocio tan agradable en pasar tiempo con los viejos...

La Biblia es muy clara en cuanto a la responsabilidad para con los padres ancianos, con todas sus debilidades, fallas y exigencias. La palabra de Dios es más exigente que cualquier palabra humana sobre el deber ante los padres. Dios no deja de amenazar a quien no lo cumple y de ofrecer recompensa a quien da amor a sus viejos. (Ver Eclesiástico, Cap. III, Vers. 1-18).
En conclusión: debemos dar a nuestros padres envejeciendo los que necesitan de nosotros, en cosas materiales -lo más cómodo-, pero esencialmente en tiempo, tiempo lleno de calor humano, de cariño y de mucha, mucha comprensión de sus debilidades de ancianidad y de su soledad. De paso, no olvidar que, si no morimos en plenitud de vida, también nos haremos ancianos y requeriremos tiempo de nuestros propios hijos quienes, naturalmente, repetirán lo que nos vieron hacer o dejar de hacer.