Por Sixto Porras
La fidelidad es consecuencia de una relación de personas libres, que se saben seguras de sí mismas y de los que aman; con una sana autoestima y deseosos de construir un futuro estable.
La definición común de lo que es una persona fiel dice que: “es la persona que corresponde a la confianza puesta en ella y a las normas que aceptó como suyas”. Por lo tanto, ser fiel es una decisión; es la decisión que se toma de honrar las relaciones, y compromisos que asumimos en la vida.
La fidelidad se debe proteger desde las emociones y los pensamientos, ya que es allí donde nace, y también donde se pierde en primera instancia. Por eso, es necesario poner mucha atención a nuestros pensamientos y reacciones emocionales.
La fidelidad hay que protegerla
Puede que en una pareja, ambos se amen con sinceridad, y ninguno de los dos haya considerado, ni siquiera remotamente, ser infiel. Sin embargo, esto no es garantía de que en algún momento, bajo ciertas circunstancias, se presente la infidelidad. Por lo tanto, la fidelidad hay que protegerla y cuidarla.
Es un mito pensar que por amar a su cónyuge no será atraído o atraída por alguien del sexo opuesto.
¿Por qué es fácil ilusionarse con una persona extraña que se presenta interesada, amable, atractiva y sensual? Porque, la novedad excita y oculta las imperfecciones.
Los sentimientos hacia una persona del sexo opuesto se pueden desarrollar cuando se está en una situación de contacto frecuente. En estas situaciones existe la oportunidad de que se desarrollen la atracción, afecto y pasión.
Esto puede ocurrir entre compañeros de trabajo, amigos íntimos, o vecinos. Puede parecer muy natural, casi irresistible y hasta justificado: “en casa no me atienden y esta persona si me escucha y comprende”.
Por lo tanto, es importante conocer nuestra vulnerabilidad. Los especialistas dicen que hay factores que estimulan la atracción y aceleran la química del cuerpo. Algunos de estos factores son:
* Apariencia física
* El hecho de que una persona sea muy sociable, intelectual o atenta
* Una fragancia atrayente en alguien “disponible”
* El consuelo en momentos de dolor
* La exposición a la pornografía
Si está experimentando atracción por alguien más que su cónyuge, deténgase mientras aún hay tiempo. |
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