Por Laura Álvarez Bravo, M.Psc Psicóloga ¿Cuándo se debe comenzar a hablar de sexo con los hijos? Esta es una pregunta que en general todos los padres se hacen. Algunos postergan tocar este tema con sus hijos, y cuando finalmente deciden hacerlo, ya estos han recibido información, en la mayoría de los casos, no de la mejor fuente. Para otros, el hablar sobre sexualidad es tan difícil que prefieren dejar esa responsabilidad a la escuela, amistades o personas externas. Se podría afirmar que la sexualidad es un tema difícil de abordar para cualquier padre o madre; sin embargo, la educación sexual debe darse primeramente en el seno de la familia, siendo esto indispensable para la formación de una identidad sexual saludable y pautas de conducta responsables en el individuo. Anteriormente se creía que las pláticas sobre sexualidad se debían reservar para la edad adulta, y en el caso de los niños se evadía este tema con explicaciones absurdas y fantasiosas. Sin embargo, a la luz de numerosos estudios, hoy en día se considera que tratar este tema con los niños es necesario ya que su curiosidad natural los lleva a interesarse y explorar, no sólo el mundo que les rodea, sino también su cuerpo y su sexualidad. Cuando se habla de sexualidad con los hijos se debe tomar en cuenta su edad y el grado de interés que hayan desarrollado en el tema, respondiendo a sus preguntas de tal manera que los conceptos le sean de fácil comprensión. Es recomendable que el padre o la madre, limiten sus comentarios puntualmente a las preguntas del niño sin extenderse a otros aspectos. Durante las diferentes etapas del crecimiento, van surgiendo nuevas inquietudes sobre la sexualidad y lo ideal es que sus hijos se sientan en la libertad de consultarle a usted sobre su cuerpo, genitales, relaciones entre amigos, lo que es permisible y lo que no, las relaciones de noviazgo, etc. Es por esta razón que es muy importante establecer desde temprana edad una buena comunicación basada en la confianza y el respeto, a fin de que los hijos puedan identificar a sus padres como guías y orientadores en este importante aspecto de sus vidas. Es importante que los padres comprendan que la educación sexual no se limita a dar información acerca de los genitales y el conocimiento del cuerpo, sino que habrá que abordar este tema de forma integral, incluyendo aspectos intrínsicamente ligados a la sexualidad tal como los son la toma de decisiones ante la presión de grupos, las relaciones interpersonales, el valor y dignidad de las personas, y la autoestima. Al transmitir conocimientos y enseñanzas sobre la sexualidad a sus hijos, hágalo con naturalidad, dejando de lado los prejuicios y tabúes aprendidos. Recuerde que es a través de una educación sexual integral que se puede evitar la influencia negativa del medio y a la vez propiciar pautas de comportamiento sexual adecuadas que tomen en cuenta los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la sexualidad del ser humano.
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