Esto dice el Señor:
“Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.Jeremías (17, 5-10)
Oración: Señor, cada día veo en nuestra sociedad menos confianza en Tí y más confianza en el ser humano. El hombre se ha vuelto soberbio y esto es lo que más lo aleja de Tí porque piensa que ya no te necesita, y que ya no eres importante! Una persona sin Dios es árido, no da frutos. Solo trabaja para si mismo y sus mezquinos intereses. De qué le sirve al mundo una persona así? Soy yo así? Actuo para mis intereses o para la gloria Tuya?
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