Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo.Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte. En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios; desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos. Salmo 17
Oración: Señor, a veces no siento que estás conmigo, aunque tengo la certeza que lo estás. A veces cuando oro me siento hablando solo, al viento, y que nadie me escucha, aunque estoy seguro que estás aquí. Tu me lo has probado con todos los milagros que pasan a mi alrededor a diario y que me hacen sonreir. Tu me has salvado de tantas tempestades y sería un tonto no recordarlo. Hoy pongo mi vida y mi familia en Tus manos. Hoy pongo todas mis angustias, mis malestares, dolores y preocupaciones en Tus Manos. TU estás a cargo.
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