domingo, 28 de noviembre de 2010

SI NO AMAN LA VIDA BUSCARAN LA MUERTE

Si no aman la vida ¡buscarán la muerte!
Por Angela Marulanda, Autora y Educadora Familiar
 
El suicidio de un pequeño de 8 años ante sus compañeros de colegio ocurrido hace unos pocos meses, no sólo es una tragedia para sus familiares y amigos. Es también una estremecedora noticia para todos los padres porque nos enfrenta con la terrible realidad de que niños, con todo para vivir felices, pueden llegar a sentirse tan desdichados que opten por matarse
Ante un hecho tan desgarrador la pregunta es ¿qué puede llevar a un niño a buscar la muerte cuando debería amar la vida? No hay respuestas sencillas para un hecho tan complejo. Pero si es evidente que hoy hay muchas circunstancias que propician que los menores no quieran vivir. Mientras los niños se sigan connaturalizando con la muerte como resultado de la violencia y destrucción que a toda hora les muestran los medios de comunicación, concluirán  que quitarse la vida es sólo una opción para evadir problemas; mientras que la industria de la entretención se siga lucrando a base de producir juegos que diviertan a los niños a base de destruir, robar y matar, la muerte será para ellos sólo un pasatiempo másy mientras que para los padres lo más importante siga siendo trabajar día y noche para darle a sus hijos todas las oportunidades a precio de no darles la más fundamental que es crecer a la luz de su afecto y dedicación personal, seguiremos viendo cada vez más niños agobiados por sentimientos de soledad, tristeza y desesperanza que los pueden llevar a optar por acabar con su vida.
La culpa de que esto ocurra no es de los padres, ni tampoco de los amigos o los colegios. Es de toda una sociedad que con su silencio otorga.  Una sociedad, - de la que todos somos parte - que con la anuencia de la mayoría y para el lucro de unos cuantos,  anima a que los menores se entretengan con la violencia, a que jueguen con la muerte, a que se distraigan con la pornografía y a que se alimenten con historias que glorifican la vileza de algunos seres humanos, no puede esperar que los niños crezcan llenos de entusiasmo y deseos de vivir.
"Los lugares más ardientes del infierno están reservados para aquellos que, en tiempos de gran crisis moral, mantienen su neutralidad." dijo Dante Alighieri. Y allá nos está llevando nuestro silencio. ¿Acaso hemos impedido en forma efectiva que a nuestras casas sigan entrando, a través de los medios, depravados, locos o asesinos, que aterrorizan a los niños? ¿O hemos hecho algo contra quienes los animan a entretenerse con la depravación y los pervierten para ganar dinero? ¿O hemos contraatacado a quienes en nombre de la libertad de expresión presentan toda suerte de atrocidades, y lo único que condenan es que se les reproche por ello? ¿O hemos boicoteado a los patrocinadores de aquellas novelas dirigidas a los menores de edad que se presentan en el horario infantil y que son una apología a la villanía, la banalidad y la vulgaridad?
La indiferencia con que hemos ido permitiendo que el mundo de los niños se transforme para ellos en un horror ya nos está condenando al infierno que significa el dolor por los trágicos suicidios juveniles e infantiles que presenciamos cada vez con más frecuencia. Urge que nos comprometamos a proteger el amor de los niños por la vida o seguiremos comprometidos con su muerte!
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angela@angelamarulanda.com 

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