REIKI: un substituto a la fe en Dios
Padre Jordi Rivero
Padre Jordi Rivero
Ver También: Nueva Era
El Reiki ha pasado a ser parte de la cultura popular con seguidores entre la gente famosa. Se ofrece en hoteles y “spas”. Lo mas alarmante es que se ha infiltrado en instituciones católicas que ofrecen clases de Reiki y hasta lo incluyen entre sus “ministerios”. A veces le cambian el nombre. Una casa de retiros le llama "energía curativa". Una iglesia la presenta como “Clínica de Bienestar a través del Reiki”. Una religiosa católica enseña que la técnica “se fundamenta en Jesús” porque “toda la energía proviene de Dios”.
El atractivo: Ante un mundo donde hay tanta "tensión", Reiki pretende ser una vía para obtener balance y armonía.
Ha crecido en popularidad porque al no ser parte de una religión en concreto se vende como una técnica “religiosamente” neutral, que invoca una “fuerza viva” sin ponerle un nombre concreto. Eso permite que unos lo practiquen invocando a Jesús. Incluso llegan a referir al Espíritu Santo como “energía de vida”. De esta manera confunden a muchos católicos y cristianos en general.
Utiliza medias verdades y trata de re-interpretar ciertos pasajes de la Biblia para ajustarlos a las enseñanzas de Reiki. De hecho, hay una página de Internet dedicada al Reiki para cristianos, christianreiki.org, en la que se pueden leer las siguientes declaraciones de una monja católica, la hermana Mary Mebase: “la imposición de manos es un don de Dios que el propio Jesús utilizó repetidamente”. El Reiki mezcla en su repertorio enseñanzas positiva. Por ejemplo, "Dedícate a tu trabajo y se amable con las personas". La carencia de una fe sólida en muchos bautizados los hace vulnerables porque no saben discernir.
Reiki confunde a Dios con "energía" que podemos aprovechar para sentirnos bien. Reiki es por lo tanto una expresión mas de la Nueva Era.
Naturalmente el Reiki no existía en la época de Jesús, aunque ahora sus promotores lo anuncien como un “antiguo método de curación redescubierto”. La realidad es que el Reiki surge en 1920 en Japón, cuando Mikao Usui dijo haber tenido una experiencia mística durante un retiro en el monte Kurama, y posteriormente funda la Sociedad de Curación Mediante Reiki.
El catecismo de la Iglesia Católica, #2117: Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.
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