Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. I Timoteo 2,1-8
Oración: Señor, cómo quiero que todos los que amo conozcan La Verdad y tengan fe. Oro por ellos y por mí, pues soy un pecador y a menudo también soy débil y hago lo contrario que me enseñas. Ayúdame y ayúdalos, te lo ruego, Jesús!
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