Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios,pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Marcos (1, 29-39)
Oración: Señor, mi vida está llena de bullicio que a menudo me distrae y no me deja enfocar en Tí. Quiero vivir mi vida agitada junto a Tí. Quiero tenerte presente en mi vida diaria: mi trabajo, mi descanso, mis comidas, mis tristezas, mis alegrías, cuando estoy con compañía y cuando estoy solo. No permitas que yo siga embotado con todo y con nada para poder gozar y agradecer esta vida que Tu me regalas cada segundo.
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