Entonces Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que iba a entregar a Jesús, exclamó:
“¿Por qué no se ha vendido ese perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?” Esto lo dijo, no porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa, robaba lo que echaban en ella.
Entonces dijo Jesús:
“Déjala. Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tendrán siempre con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán”. Juan (12, 1-11)
Oración: Señor, he oido mucho últimamente que los cristianos y especialmente los católicos seremos perseguidos. En lo personal, yo sí vivo en una eterna defensa de mi fe. Personas cercanas a mí critican, se burlan o simplemente desechan lo que aprenden de Tí. Inclusive no dan importancia a esos momentos en que uno les puede decir algo que podría ser de tanta utilidad para su propia fe y el crecimiento de ellos como personas. Es frustrante pero no me rindo. Solo te pido fuerzas y constancia para seguir defendiéndote.
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