La castidad ofrece la preparación necesaria para cualquier vocación: (sacerdocio, matrimonio, vida religiosa o vida de soltero).
-Supone esfuerzo que fortalece el caracter y la voluntad, dando posesión y dominio de sí. Es un entrenamiento para formar la personalidad en la generosidad y en el deber. Se puede entonces vivir en armonía con Dios, sin tener miedo a sus mandatos que ahora se pueden cumplir. Armonía con Dios a su vez hace posible la armonía interior y con el prójimo. Esta armonía es fuente de profunda paz y alegría.
-La castidad purifica el amor y lo eleva; es la mejor forma de comprender y, sobre todo, de valorar el amor.
-Aumenta la energía física y moral; da mayor rendimiento en el deporte y en el estudio, y prepara para el amor conyugal.
-La castidad cristiana supone superación del propio egoísmo, capacidad de sacrificio por el bien de los demás, nobleza ylealtad en el servicio y en el amor.
-Conferencia Episcopal Española: Ésta es nuestra fe, 2ª, III, 7, 2, 1, b. EDICE. Madrid, 1986.
-La castidad ayuda a ser idealistas; constantes en el trabajo y en el estudio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario