sábado, 5 de marzo de 2011

La Castidad II

La castidad ofrece la preparación necesaria para cualquier vocación: (sacerdocio, matrimonio, vida religiosa o vida de soltero). 

-Supone esfuerzo que fortalece el caracter y la voluntad, dando posesión y dominio de sí. Es un entrenamiento para formar la personalidad en la generosidad y en el deber. Se puede entonces vivir en armonía con Dios, sin tener miedo a sus mandatos que ahora se pueden cumplir. Armonía con Dios a su vez hace posible la armonía interior y con el prójimo. Esta armonía es fuente de profunda paz y alegría. 

-La castidad purifica el amor y lo eleva; es la mejor forma de comprender y, sobre todo, de valorar el amor.

-Aumenta la energía física y moral; da mayor rendimiento en el deporte y en el estudio, y prepara para el amor conyugal.

-La castidad cristiana supone superación del propio egoísmocapacidad de sacrificio por el bien de los demás, nobleza ylealtad en el servicio y en el amor. 

-Conferencia Episcopal Española: Ésta es nuestra fe, 2ª, III, 7, 2, 1, b. EDICE. Madrid, 1986.


-La castidad ayuda a ser idealistas; constantes en el trabajo y en el estudio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario