VI Domingo Ordinario
11 de febrero de 2018
Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme." Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero: queda limpio." Marcos 1,40-45
Oración: Jesús, una vez más me pregunto: quiero estar limpio yo? Quiero salir de mis malos hábitos que me atan a este mundo y me alejan de lo que Tu quieres que yo sea realmente? Quiero verdaderamente alejarme de eso que yo sé no me permite crecer espirituálmente? Quiero salir de esta amargura y negatividad en que vivo? Este egocentrismo? Esta vanidad? Quiero dejar el orgullo y la rabia? El resentimiento? Esa envidia?
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