III Domingo de Pascua
30 de abril de 2017
Cuando estaban a la mesa, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. (Lucas 24:13-35)
Oración: Señor, a veces recibo la Eucaristía rutinariamente y no Te doy la importancia que Te mereces! Acaso no me doy cuenta de Tu presencia física en ese pedacito de pan? Hoy quiero pausar un minuto en mi día, y asimilar que Tu diste Tu vida por mí. Hoy lo tomaré suave para realizar cada momentico en que Tu estás conmigo. Tu me diste Tu vida, Tu tiempo y Tus Enseñanzas. Qué me cuesta dar un pedacito de tiempo por Tí que me amas tanto?
Cuando estaban a la mesa, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. (Lucas 24:13-35)
Oración: Señor, a veces recibo la Eucaristía rutinariamente y no Te doy la importancia que Te mereces! Acaso no me doy cuenta de Tu presencia física en ese pedacito de pan? Hoy quiero pausar un minuto en mi día, y asimilar que Tu diste Tu vida por mí. Hoy lo tomaré suave para realizar cada momentico en que Tu estás conmigo. Tu me diste Tu vida, Tu tiempo y Tus Enseñanzas. Qué me cuesta dar un pedacito de tiempo por Tí que me amas tanto?
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