Oración: Señor, me cuesta trabajo no sermonear. Siento que a veces quiero corregir a todo el mundo y se me olvida que no soy ni juez ni verdugo. Apacigua mi alma y enséñame a "dejar vivir". No puedo controlarlo todo aunque crea que es para bien de la humanidad. No me puedo echar todas las cruces encima. Lo único que conseguiré es ansiedad, tristeza y muchas veces ira. Nada de eso es Tuyo, así que hoy pongo una vez más todo en tus manos: lo mío, lo de el y lo de aquella. Cógelo y no permitas que lo vuelva a cargar!
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