Autor: Jorge YBARNEGARAY, médico
El aborto contradice los pilares fundamentales de la bioética. Lamentablemente, en la última década se ha extendido el uso indiscriminado de las tabletas que contienen un análogo de prostaglandina, el Misoprostol que originalmente salió al mercado para tratamiento de úlceras pépticas, pero se observó que una de sus reacciones adversas era la híper contracción del útero. Razón por la cual lamentablemente se lo usa como abortivo. Por ello este medicamento debe ser prohibido a mujeres gestantes y solo debe ser utilizado estrictamente por prescripción médica, en casos concretos, cuando por causas espontáneas se ha producido un aborto incompleto 0o es un aborto retenido.
Sin embargo, en Bolivia este medicamento se vende en las farmacias, en la calle o se ofrece por la Internet. Coherentes con los principios de la bioética, se debe rechazar el uso indiscriminado de este medicamento, porque uno de sus principios fundamentales es no hacer daño, en este caso al embrión, que es un ser indefenso que tiene derechos desde el momento de la concepción.
Se esgrime el argumento pro aborto, que señala que la mujer es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, esa relativa autonomía o derecho de la madre está limitada por el elevado principio de la justicia; se tiene que tomar en cuenta que la criatura concebida es un tercer ser, junto a la madre y el padre. Es un ser único e irrepetible, inocente e indefenso. No es responsable de la manera y de las circunstancias en que fue concebido, para tener que ser castigado con la muerte. La justicia debe ser para los responsables. Nuestro deber es defender la vida.
Considero que la salida está en el trabajo que se tiene que hacer con los padres y darles una educación sexual desde un punto de vista ético y moral y de respeto a la criatura que se está gestando. Quienes caen en el relativismo y el individualismo se equivocan, no tiene claro cuáles son los límites de lo permitido. No comprenden cuáles son las acciones que contradicen el respeto a la vida, a la dignidad de la persona y los derechos humanos desde la concepción.
Considero que la salida está en el trabajo que se tiene que hacer con los padres y darles una educación sexual desde un punto de vista ético y moral y de respeto a la criatura que se está gestando. Quienes caen en el relativismo y el individualismo se equivocan, no tiene claro cuáles son los límites de lo permitido. No comprenden cuáles son las acciones que contradicen el respeto a la vida, a la dignidad de la persona y los derechos humanos desde la concepción.
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