Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado y vestido. (Marcos 25:1-20)
Oración: Señor, muchos se acercan a Tí por curiosidad. Otros no entienden tus acciones. Otros, peor aun, hablan mal de Tí. Hasta los demonios creen en Tí y te reconocen!! Como no creer yo? Aunque yo sea inteligente y quizás sepa mucho de algunas cosas, nada de eso me llevará al Cielo. Una mente brillante pero con un corazón amargo me puede llevar directo al infierno, donde podré discutir con los otros demonios sobre las verdades de la Iglesia. Creer en Tí es aprender amar con todas mis fuerzas como Tu quieres que yo lo haga.
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