En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: “Si tú quieres, puedes curarme”.
Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: sana!” Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio. Marcos (1, 40-45)
Oración: Señor, si quieres puedes concederme el don de la fe....más fe. La fe nunca sobra, nunca es mucha. Te pido fe, pero no solo para mí. Te la pido para todos aquellos tibios cerca de mí, que sienten que tienen fe, pero parecen creer no necesitarla. Te pido por aquellos fríos que creen que pueden vivir sin fe, sin Tí, sin creer. Te pido por aquellos que sienten no necesitar la fe, sienten que no la merecen, o peor aun, tienen rabia contra Tí.
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