Hermanos: Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros mismos.
Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos. Corintios 4:7-15
Oración: Señor, mi corazón es una humilde vasija donde estás Tu. He tenido momentos de preocupación, pruebas que me llenan de angustias, tristezas y desiluciones. Por tenerte aquí dentro he podido con todo, porque Tu me das fuerza y confianza para seguir.
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