Semana XXIII del Tiempo Ordinario
6 de Setiembre de 2015
Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso
Veis al bien vestido y le decís: "Por favor, siéntate aquí en el puesto reservado." Al pobre, en cambio: "Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo." Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Santiago 2, 1-5
Oración: Jesús, de verdad es muy fácil juzgar y lo hago a menudo sin quizás darme ni cuenta. Las apariencias engañan. Solo los actos en una persona dejan ver de verdad que tiene dentro del corazón. Es trabajador, honrado, tiene principios, moral, es bondadoso, generoso? Actúa con amor o mezquindad? Al final lo que tiene dentro vale mucho más que todo el oro que pueda tener en las manos. Pero tristemente nos dejamos deslumbrar por ese oro que no nos deja ver la podredumbre que hay en el corazón.
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