Semana XXIV del Tiempo Ordinario
14 de Setiembre de 2015
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Juan 3,13-17
Oración: Padre, Tu sí eres muy paciente con esta sociedad que te repudia a menudo o que dice creer en Tí pero a medias. Qué privilegio que seas mi Padre. Qué privilegio ser amado tanto por Tí. Tu me has amado tanto que entregaste a Tu Hijo por mí. Será que podré comprender la magnitud de esto algún día? Será que aprenderé a amarte más que a nada ni a nadie? Será que aprenderé a amar al Crucificado?
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Juan 3,13-17
Oración: Padre, Tu sí eres muy paciente con esta sociedad que te repudia a menudo o que dice creer en Tí pero a medias. Qué privilegio que seas mi Padre. Qué privilegio ser amado tanto por Tí. Tu me has amado tanto que entregaste a Tu Hijo por mí. Será que podré comprender la magnitud de esto algún día? Será que aprenderé a amarte más que a nada ni a nadie? Será que aprenderé a amar al Crucificado?
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