No obedecimos al Señor, nuestro Dios, que nos hablaba por medio de sus enviados, los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos, sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor, nuestro, Dios reprueba. Baruc 1,15-22
Oración: Padre, como me cuesta a veces obedecerte, cuando estoy satisfaciendo mis propios deseos, que por lo general, son solo para mí. Termino "idolatrando" diosesitos inventados por mí que no dejan que yo vea más allá de mis narices. Empiezo a deambular en un mundo vacío y lleno de ansiedad. Mi crecimiento espiritual y mi camino hacia Tí se paraliza. Ayúdame a salir de estos huecos donde me meto sin darme cuenta.
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