Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa. El Amo a quien servís es Cristo. Colosenses 3: 14 - 15, 17, 23 - 24
Oración: Señor, si hago todo por Tí, aunque sea lo más mínimo como sonreir a quien me atiende, ser simpático con el que menos me cae bien, lo que sea; lo debo hacer de corazón, aunque me cueste. Al fin y al cabo, no necesito que me agradezcan porque la única recompensa que necesito eres Tu. Es a Tí Padre mío a quien sirvo, pero ayúdame Señor.
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