viernes, 15 de julio de 2011

Brujería III

por Padre J. Rivero

El demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan. Como recompensa a quién le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc.  Estas personas pueden parecer muy atractivas y tener un gran don de ganarse a la gente hasta el punto de atraer grandes multitudes y convertirse en dioses para sus admiradores los cuales son capaces de hacer hasta lo irrazonable por sus ellos. Los poderes del mal pueden cegar las mentes y fanatizarlas portentosamente. La brujería no es mera superstición. El demonio ciertamente arrastra hacia su reino del mal a los que se involucran en ella y a sus aduladores. Si no hay arrepentimiento y conversión, el final será el infierno.
Qué hacer contra las brujerías
Al enterarse de que alguien le está haciendo un "trabajo" de brujería, muchas personas tienen miedo. Esto es lo que el quiere ya que por el miedo puede dominarnos. Debemos recordar que el demonio nada puede contra los que son fieles a Dios. Nuestro Padre Celestial es Todopoderoso y nos ama. El demonio sólo puede con aquellos que no confían en Dios y por falta de fe están espiritualmente débiles o muertos. Son como pollitos que se han alejado de la protección de la gallina y se exponen al gavilán. Por eso Jesús nos dice:
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido! Mateo 23:37
Quién está amenazado por brujerías que recurra al Señor por protección y no tema. Debe poner en Dios toda su confianza y practicar su fe, no por miedo a la brujería sino por convicción: acercarse a los sacramentos, la oración personal y pedir a los hermanos que oren por él. La gracia del Señor jamás faltará a quién la busque.
Jamás debemos ir a otro brujo para "defendernos". Eso sería caer en la trampa del demonio haciendo lo que él quiere: que desconfiemos de Dios para que recurramos a él.
Muchas veces las personas recurren a la brujería en momentos de desesperación, cuando creen que es el último recurso que les queda.  En esos momento vulnerables alguien les ofrece la brujería como una solución fácil.  Como católicos jamás recurrimos a ningún medio espiritual fuera de Dios.  Cuando pedimos la intercesión de los santos, por ejemplo, no buscamos una vía alterna sino que buscamos su ayuda tan solo y precisamente para mantenernos fieles al Señor como ellos lo hicieron. Hay dos familias: la de Dios y la del demonio. Cada uno recurre a los miembros de la suya.   Pidamos a Dios que prefiramos morir antes de buscar algo del demonio.


jueves, 14 de julio de 2011

Brujería II


por: Padre Jordi Rivero
¿Por qué se recurre a la brujería?
La ayuda que ofrece la brujería se busca por diferentes razones. Las principales son: 
Para hacer daño a quien se odia
Para atraer la pasión amorosa de alguien
Para invocar a los muertos; para suscitar calamidades o impotencia contra enemigos, rivales u opresores reales o imaginarios
Para resolver un problema se ha convertido en obsesión y ya no importa por que medio se resuelve.  

Prácticas de los Brujos
La brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Así se demuestra la Biblia al igual que en otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2000 a.C.).
No todos los brujos siguen las mismas prácticas  Pero no es extraño que el brujo haga un pacto con espíritus, abjure a Cristo y los Sacramentos, haga rituales como parodias de la Santa Misa o de los oficios de la Iglesia, adoren al Príncipe de las Tinieblas y participan en aquelarres (reuniones de brujos donde hacen sus maledicencias). La brujería está relacionada con el satanismo.
En brujería y en la magia hay elementos comunes:
1-La realización de rituales o de gestos simbólicos.
2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
3- Pronunciamiento de un hechizo.
4- Una condición prescrita del que efectúa el rito.
La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.
¿Es real el poder de la brujería?
Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira.
La Biblia, la enseñanza de los Padres de la Iglesia y la tradición no dejan lugar a dudas sobre el hecho que los seres humanos tienen la libertad para pactar con el diablo el cual tiene influencia en la tierra y en las actividades humanas. 

La Biblia condena la brujería y la hechicería, no como falsas o fraudulentas, sino por ser una abominación: "A la hechicera no la dejarás con vida" (Exodo 22,18Ver también Deuteronomio 18,11-12). La narrativa de la visita del rey Saúl a la hechicera de Endor (I Reyes 28) demuestra que su evocación de Samuel fue real y tuvo efecto.  En Levítico 20,27 se lee: "El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos".  Está claro que en estos casos se trata de un espíritu adivino.
El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tornó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13:18-19; 2 Cron 33:6; Jer 27:9...).
El Antiguo Testamento muestra claramente como los Israelitas y sus vecinos paganos estaban conscientes de la brujería y la magia. En el libro de Éxodo 7:11 leemos que el Faraón: "llamó a todos los sabios y adivinos. Y ellos también, los magos de Egipto, hicieron las mismas cosas (que Moisés) por medio de sus artes secretas".
El Primer Mandamiento condena la brujería, la magia y todo tipo de adivinación"Yo Soy el señor tu Dios...no tendrás dioses extraños delante de mi" (Ex 20:2-3). 
El Nuevo Testamento igualmente condena la brujería como una realidad perversa: (Gálatas 5,20; 13,6;  Apocalipsis 21,8; 22,15). El mago Simón era practicante de la magia pero le dio envidia de los Apóstoles al ver que la gente recibía el Espíritu Santo cuando ellos imponían las manos. Ofreció dinero a los Apóstoles para que le enseñaran como hacer esto y Pedro le contestó: "...tú corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete , pues, de esa tu maldad..." (Hechos 8:9-22).
La brujería opera con poder satánico (dado por Satanás). Se trata de los poderes que oprimen a los hombres y que Jesucristo confrontó hasta morir y resucitar para librarnos de ellos. Su victoria no nos evita la lucha contra el maligno sino que nos da la fuerza para vencerlo si tenemos fe.
Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Efesios 6:12
Debemos evitar tanto el exagerar como el minimizar el poder de Satanás. En una guerra es esencial conocer las fuerzas contrarias y saber como vencerlas. Satanás tiene poder para tentar y asediar a los fieles, pero su poder no es comparable al de Dios Todopoderoso. Satanás puede causar persecuciones y hasta el martirio de los fieles. La victoria de los santos no está en vivir sin pruebas sino en vencerlas manteniéndose fieles a Dios.
(Cont.)

miércoles, 13 de julio de 2011

Brujería I




Naturaleza e historia

Es difícil distinguir claramente entre brujería, hechicería y magia... Estas prácticas utilizan medios ocultos (fuera de la revelación dada por Dios) para producir efectos mas allá de los poderes naturales del hombre. La brujería se adapta a los tiempos modernos y abunda aun en los libros populares para niños como Harry Potter.
Nos escriben: "La brujería no es mala. En ella realmente no hay dioses o demonios ya que esos son solo conceptos de la religión católica aplicados a la brujería. Además, la brujería no tiene nada que ver con el satanismo. Cuando se confunde con este es generalmente por dos razones:

1 El satanismo utiliza, aunque invertido, el pentagrama de la brujería, para sacrificios humanos y de animales. En la brujería este pentagrama solo significa el equilibrio entre el agua, el fuego, la tierra, el aire y el espíritu del ser humano.
2 En la antigüedad se llamaron brujas o brujos a todos aquellos que renegaban de la fe Católica. 
Simplemente son creencias de cada quien y respeto su opinión.
RESPUESTA:Padre Jordi Rivero
Es un error intentar imponer la fe. En algunos lugares y en diferentes épocas eso ocurrió por parte de todas las confesiones importantes. El Papa pidió perdón por los católicos. ¿Alguien mas ha pedido perdón? En la actualidad se cae con frecuencia en otro error: el relativismo; según el cual nada es bueno ni malo sino que todo depende de la opinión de cada cual. Esta posición evita discusiones pero evita también la posibilidad de crecer en el conocimiento de la verdad. 
¿Es lo mismo creer en Dios que no creer?, ¿La verdad, importa?
Si los brujos no creen en el diablo según lo conoce la revelación cristiana, no por eso dejan de recurrir a el ya que la brujería implica por lo menos una búsqueda de la intervención de espíritus. Quien abre la puerta a los malos espíritus queda involucrado con ellos. La brujería implica la creencia en una realidad invisible a la que el practicante queda atado. Las Sagradas Escrituras y los Padres enseñan que se trata de una entidad diabólica (Dt 18,12). Con frecuencia he orado por personas que han sido víctimas de "trabajos" de brujería. 
El rechazo a la brujería no comienza con la Iglesia Católica. Como podrá ver en este artículo, la condena ya existía en el Antiguo Testamento. También el Imperio Romano penalizaba ciertas actividades de la brujería con la pena de muerte.
(cont)

martes, 12 de julio de 2011

El Don de Bilocación


por SCTJM

La bilocación es la presencia simultánea de una misma persona en dos lugares. 
Se han dado casos en la vida de los santos. Los más notables son: el Papa San Clemente, San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, Santa Ludwina, San Francisco Javier, San Martín de Porres, San José de Cupertino, San Alfonso de Ligorio, San Juan Bosco y San Pío de Pietrelcina.
No hay ningún otro fenómeno de la mística que cause tantas dificultades como éste para poder explicarlo satisfactoriamente. Se han formulado muchas teorías al respecto pero todavía ninguna de ellas ha logrado producir una luz definitiva en torno a éste fenómeno.
Santo Tomás de Aquino enseña que la presencia de un mismo cuerpo en dos lugares diferentes al mismo tiempo es contradictoria porque la materia ocupa unas dimensiones específicas y no las puede ocupar en diferentes lugares simultáneamente.
Pero sí puede ocurrir que mientras un cuerpo está en un lugar, en otro lugar esté una representación o figura aparente del mismo. Esta representación puede darse "sobrenaturalmente" (por intervención divina) o preternaturalmentepor intervención diabólica. Esta explicación no ofrece ninguna dificultad y es una de las formas más aceptadas para explicar este fenómeno.

Bilocaciones Sobrenaturales: Los fenómenos de bilocación sobrenatural se dan por una representación sensible, hecha milagrosamente por Dios, en uno de los lugares de la bilocación.
La bilocación puede ser de dos maneras: o puramente en espíritu o bien en cuerpo y alma, es decir la persona completa.
Cuando se realiza únicamente en espíritu y va acompañada de aparición, la presencia de la persona es física en el punto de partida, y es puramente representativa en donde tiene lugar la aparición, o sea, donde el espíritu se representa visiblemente revestido de un cuerpo.
Cuando la bilocación se hace en cuerpo y alma, la presencia de la persona es física allí donde el cuerpo y el alma se presentan y aparecen de una manera visible, y es representativa en el sitio que la persona abandona.
En el primer caso, el cuerpo que el espíritu toma para hacerse visible a lo lejos representa a la persona que físicamente está en otra parte. En el segundo caso, el cuerpo que parece permanecer en el lugar de origen, y que las personas creen que no se ha movido para nada, no es más que una representación de la persona hecha por el ministerio de un ángel (o de otro modo desconocido por nosotros), mientras que la verdadera persona se ha trasladado en cuerpo y alma a la otra parte.
Esta doble presencia, representativa en un lado, y física, del otro, es esencial a la bilocación de cualquier manera que se verifique, ya sea en cuerpo y alma, o sea puramente en espíritu, pero de manera visible. También se debe insistir en que esta doble presencia de la que hablamos, la una física, la otra representativa, supone necesariamente, para constituir verdadera bilocación, la traslación, es decir, el paso de la persona de un lugar a otro, ya sea en cuerpo y alma, ya al menos en espíritu.
Bilocaciones Preternaturales: El fenómeno de la bilocación puede tener a veces, sin duda ninguna, un origen preternatural o diabólico. El demonio puede -permitiéndolo Dios- encargarse de realizar la representación de la persona "bilocada" en uno de los lugares de la bilocación. "El contexto y las circunstancias que acompañan a esas bilocaciones será el criterio diferencial para distinguirlas de las sobrenaturales, de acuerdo con las normas y reglas del discernimiento de los espíritus."(Cf. P. Serafín en su libro Principios de la Teología Mística p. 430.).
Los ocultistas, espiritistas, teósofos y otros se refieren a la bilocación como el Viaje Astral. El cuerpo físico, real, quedaría como muerto y el alma, con su "Periespírito", actuaría en otro lugar.
Los parasicólogos pretenden explicar la bilocación como algo natural. Hablan de ideoplastia, fantasmogénesis, ectoplasma. Pero no logran dar una explicación razonable. 

lunes, 11 de julio de 2011

Cómo Llegué a Creer?

Muchos me preguntan como llegué a amar al Señor o como llegué a creer. Hoy les quiero contar más o menos como fue mi experiencia.
Fui criada en una familia muy religiosa, con muchas tradiciones y rituales rigurosos que nunca entendía. Mi conocimiento del catolicismo estaba limitado a mi Primera Comunión que fue muy temprano en mi vida, a los seis años. Tengo recuerdos muy vagos de mi tía tratando de explicarme la Creación en las mecedoras del patio de la casa. Debió haber sido una tarea ardua para ella por mi tierna edad. Qué puede entender y asimilar una niña de 6 años? Recuerdo claramente ese día cuando recibí al Señor por primera vez. Eran las 6 de la mañana y yo tenía una fiebre alta. Tenía un ramo de lirios que Tía Mati había cortado en el patio de la casa. De por si, yo era una niña pequeñita, flacuchenta y por lo general, muy débil y frágil y con muchos miedos.
Estudié la mayoría de mi vida en un colegio privado, sin religión. La formación religiosa estaba limitada a una clase semanal con profesores que no tenían gran conocimiento de catecismo. La única que nos enseñó un catecismo estricto y veraz fué la “Señorita Angulo”, una señora dulce con mucha paciencia. Yo la adoraba. En bachillerato, tuvimos otros maestros que no brillaron ni en mi vida ni en la de los otros estudiantes.
Mi conocimiento del Señor, y de la fe era vago. Mis oraciones eran pocas y honestamente iba a misa los domingos por miedo a mi mamá. Creo que nunca le puse atención a la misa. No tenía amor a Dios sino miedo, no temor! Era simple y crudo miedo de que ese señor barbudo estaba en una nube y me fuera a caer un rayo si yo “me portaba mal”. Yo buscaba respuesta a muchas preguntas en otras creencias y movimientos de Nueva Era. Fui a leerme las cartas, hice Control Mental Silva, leí sobre la Metafísica. No solo leí uno sino varios libros al respecto.
Cuando me casé me sentí sola en un país diferente y sin mi familia. Solo tenía a mi esposo con el cual me estaba acoplando poco a poco.  Un día fui invitada a un retiro carismático por una señora amiga de su familia. Ese día experimenté algo que nunca en mi vida había ni visto, ni oído mencionar: el  “descanso en El Espíritu”. Es más, cuando vi que otras personas se caían, me burlé y pensé que era puro fanatismo. Pero “el descanso en el Espíritu” que yo sentí fue algo profundo y que se ha quedado conmigo toda mi vida. A raíz de esta experiencia, sentí que empecé a entender y de ahí en adelante quise conocer al Señor. No soy de las que se deja convencer por el sentimentalismo. A pesar de esto, al principio, Jesús y María me fueron conquistando por medio de pequeñas gracias. Empecé a sentirlos y escucharlos. En serio! Sentía que me hablaban al oído de manera clara y práctica. Debo confesarles que me enamoré y abrí los ojos a todo lo que el Señor hacía a mi alrededor.
Siempre he pensado que amar al Señor y a María Santísima es como enamorarse. Al principio, sientes “maripositas” en el estómago como cuando el pretendiente te llama o te dice cosas lindas. ¡Pero hay que ser realistas! Uno no vive con “maripositas” en el estómago toda la vida. Seguir amando a Dios, igual que seguir amando al pretendiente implica conocerlo. En otras palabras, debía informarme y formarme. Yo necesitaba conocer que era esto que yo estaba sintiendo y experimentando. Tenía sentimientos encontrados e ignorancia absoluta. Así que empecé a leer y leer más. También asistí a talleres, cursos y retiros.  Invité a mi esposo a asistir conmigo y gracias a Dios, el fue muy receptivo. Creo que es importantísimo que la pareja crezca en la fe juntos. Teníamos una sed de Dios que no se satisfacía. Entendimos también que necesitábamos la fe para criar a nuestras hijas. No sabíamos ser padres. Qué mejor maestro que el Señor? Para nosotros era lógico pedirle ayuda a El.
            Hoy vivo el presente y estoy aprendiendo a vivir de manera positiva y proactiva. Cada día es un regalo de Dios. El nos ha dado el mundo para conocerlo y experimentarlo.  Nos ha dado a las personas que nos rodean para ayudarlas, para aprender de ellas, para amarlas y disfrutarlas! Hoy todavía siento que no sé nada aunque he estudiado mucho y deseo seguir haciéndolo. He recibido muchas gracias y visto milagros de todos los tamaños. Conocer a Dios será para mí, una tarea continua hasta que muera, pero estoy casi segura que ya no me va a caer un rayo. Sé que el Señor sí piensa en mí aunque seamos tantos en el mundo y mis necesidades sean diferentes a la del niño con hambre en Etiopia. No dudo de la existencia de un Creador que me ama y tengo una relación personal con El. El nunca me falla aunque yo a El le fallo siempre. Tengo la intención de cada día mejorar y poco a poco acercarme más para entender mejor mi fe. Le pido a El que me ayude a quedarme siempre a Su lado para poder lograrlo.

domingo, 10 de julio de 2011

La Religiosidad VS La Espiritualidad

Alguien me dijo que la espiritualidad podía existir sin religiosidad. Yo respondí:
Puede existir un cuerpo sin alma?
Puede subsistir un país sin gobierno?
Puede haber justicia sin leyes?
Puede haber un grado sin universidad?
Igual no existe la religiosidad sin espiritualidad ni tampoco la espiritualidad sin religiosidad. No DEBE existir la una sin la otra. La espiritualidad es la comunicación íntima que una persona tiene con Dios, sea cual fuere su religión. La religiosidad es el medio que cada individuo utiliza para relacionarse con El. Es una metodología con pautas y reglas que ayudan a mejorar la relación espiritual con Dios. Es una realidad que muchas personas son muy espirituales pero a conveniencia, sin seguir leyes ni reglas. Hay otros en cambio, que son extremádamente religiosos y siguen estrictamente las reglas de su religión, pero sus almas están verdaderamente vacias espiritualmente. Ninguna de estos dos ejemplos es recomendable pues no hay mejor manera de llegar a Dios que por medio de una religión estructurada que nos permita elevar nuestro espíritu a El. Debe ser una religión que nos enseñe a despojarnos de nuestros apegos, de tener cierta disciplina de oración y nos permita olvidar nuestro ego para poder aprender a amar a Dios.